lunes, 23 de noviembre de 2015

Conformidad y Obediencia

Conformidad y Obediencia:


¿Qué es la conformidad?
La conformidad según la psicología social se define como el acto de ceder de manera voluntaria a creencias o normas de un grupo social mayor, aunque estas no sean explícitas y aún a expensas de las propias preferencias. 

¿Por qué somos conformistas?
El conformismo es una forma de tomar decisiones, dejándonos influir por la decisión de los demás. A veces modificamos nuestra conducta o nuestra respuesta antes situaciones de incertidumbre y copiamos el comportamiento de los demás que se encuentran ante la misma situación, pues es posible que ellos estén en lo correcto y no queremos ser quienes se equivoquen o quienes son diferentes. Por lo que cedemos ante la presión de grupo, pues como personas buscamos encajar en un mismo patrón social. El nivel de conformidad es mayor en sociedades colectivistas que se basan principalmente en las personas a su alrededor. 


Existen algunas condiciones que facilitan la conformidad, creando los dos tipos de conformidad existentes:

  1. La conformidad normativa es la necesidad de ser aceptado o aprobado por los otros. Evitamos ser rechazados por alguien o algún grupo, pues su desaprobación es en cierta forma un castigo hacia nosotros, dejándonos la sensación de que hicimos algo incorrecto. En cambio su aprobación significa una fuente de recompensa.
  2. La conformidad informativa es querer estar en lo cierto, de no equivocarse. Así las demás personas se convierten en nuestros parámetros de comparación ante sitauciones extrañas y ajenas, inciertas o ambiguas.

Características de una persona conformista: 

Una persona conformista está llena de ciertas características que por su conformismo salen a flote, entre ellas están: 

Una falta de felicidad real y ser una persona aislada de los demás.
El conformismo no es otra cosa que temor al fracaso.
Es una persona “auto-justificada”, ejemplo: "para que quiero más, si con lo que tengo me alcanza y me sobra" (normalmente no le alcanza y mucho menos le sobra), o de lo contrario dice "yo no soy ambicioso" (la realidad es que le teme a ambicionar o desear algo y no poder alcanzarlo).
Un conformista nunca piensa en mejorar ni en sobresalir
Por lo general son personas que no buscan la innovación.

Estudios sobre el conformismo:

Los experimentos de conformidad con el grupo de Asch fueron una serie de experimentos realizados en 1951 que demostraron significativamente el poder de la conformidad en los grupos.

En este experimento se reunía a un grupo de 7-9 estudiantes en un aula y el experimentado indicaba que el experimento consistiría en comparar pares de líneas verticales de distinta longitud. Los participantes deberían indicar cuál de las líneas en la segunda tarjeta tenía la misma longitud que el estándar de la primera.
Del grupo de participantes, solo uno era el sujeto crítico. El debía decir su respuesta después de haber escuchado la mayoría de las respuestas de los demás. El experimento consistía en realizar 18 comparaciones y que los cómplices dijeran 12 respuestas incorrectas.
En las dos primeras todos respondieron correctamente, sin embargo a partir de la tercera los cómplices indican la respuesta incorrecta intencionalmente. Por lo que el sujeto da al principio la respuesta correcta, pero se queda sorprendido. En la prueba siguiente la situación se repite, pero el desconcierto es mayor. Al repetirse la situación, eventualmente el sujeto cede a la presión de grupo e indica también una respuesta incorrecta.

Experimento de Conformidad en un elevador


¿Qué es la obediencia?


La obediencia según el psicólogo social Serge Moscovici, es una forma de influencia social en la cual “el individuo modifica su conducta a fin de someterse a las órdenes directas de una autoridad legítima”. La obediencia es una actitud responsable de colaboración y participación, importante para las buenas relaciones, la convivencia y las tareas productivas. La acción de obedecer es aquella en la que se acatan normas, órdenes, reglas y comportamientos.


Aunque el aprender a obedecer parece un valor a inculcar solamente a los niños, toda persona puede, y debe, procurar su desarrollo.
La obediencia no se determina por el afecto que puedas tener hacia la persona que autoriza, manda o pide, se concentra en realizar la tarea o cumplir el encargo que se te encomienda, sin pedir nada a cambio.

¿Por qué obedecemos?

Se obedece pues según estudios realizados es algo que se lleva dentro y como individuos percatamos las ordenes que se nos impone, dentro de ella también influye lo autónomo y agéntico, pues obedecemos por la influencia que tiene sobre nosotros o por lo responsables que somos ante nuestros actos.

El experimento de Milgram

El objetivo específico de Milgram era verificar si los individuos obedecerían las órdenes de un extraño relativamente sin poder, que les requiriera infligir dolor aparentemente considerable a otra persona, un extraño totalmente inocente. Para esto él reclutó voluntarios hombres mediante aviso en un periódico, al llegar al laboratorio ubicado en la Universidad de Yale se les pagaba US$ 4.50 por su participación, y se les informaba que iban a participar en una investigación acerca de los efectos del castigo sobre el aprendizaje. Los sujetos fueron 40 hombres con edades entre 20 y 50 años y con un amplio rango de ocupaciones y niveles educacionales. La tarea del sujeto (quien actuaría como instructor) consistía en administrar shocks eléctricos de creciente intensidad a otro sujeto (que sería el aprendiz, y que en realidad era un confederado) cada vez que este último cometiera un error en una tarea simple de aprendizaje de asociaciones entre pares de palabras. Se hacía que el sujeto y el confederado sacaran un papel para determinar quién sería el instructor y quién el aprendiz, pero estaba predeterminado que el sujeto experimental sería siempre el instructor y el confederado siempre el aprendiz. El aparato para administrar los shocks incluía treinta botones con incrementos de 15 volts entre ellos, y con un rango entre 15 (marcado como "shock ligero") y 450 volts (marcado como "XXX"), y los shocks eran supuestamente recibidos por el aprendiz mediante electrodos colocados en sus muñecas, estando además amarrado a una silla. Supuestamente recibidos porque, como el lector supondrá, en realidad el aprendiz no recibía ningún shock, y el único shock real era un ensayo de 45 volts que se le aplicaba inicialmente al sujeto experimental (el "instructor") para convencerlo de que los shocks eran reales.


Durante el experimento el aprendiz se ubicaba en una pieza adyacente y, de acuerdo con las instrucciones recibidas del experimentador, cometía muchos errores frente a los cuales el instructor debía aplicar shocks de intensidad creciente (la falta de respuesta debía interpretarse también como error), presionando en orden los botones correspondientes a los distintos niveles de voltaje. Cuando se llegaba a los 75 volts el aprendiz comenzaba a protestar y quejarse del dolor supuestamente producido por los shocks, a los 150 volts gritaba que lo sacaran de ahí y que se rehusaba a seguir, a los 180 volts gritaba que 268 ya no podía soportar el dolor, y sus quejas y gritos iban en aumento hasta el nivel de 300 volts, donde luego de golpear la pared con los pies, de ahí en adelante cesaban completamente tanto sus respuestas como cualquier sonido.Después del experimento cada sujeto era entrevistado, se le aplicaban algunos instrumentos de medición de actitudes y técnicas proyectivas, se le explicaba la naturaleza del estudio y se le intentaba tranquilizar acerca de la experiencia en que había participado y reducir cualquier tensión, en presencia del confederado "víctima". Antes de referirse a los resultados obtenidos, es interesante que el lector trate de predecir cómo se comportarían los sujetos en este estudio, y específicamente qué porcentaje de sujetos siguieron las 269 instrucciones hasta el final.

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